Cuando el Che Guevara visitó Gaza
Por Yousef Al Helou
Periodista palestino (The New Arab).
Desde la explícita colonización israelí de la Palestina histórica en 1948, apoyada por potencias colonialistas e imperialistas, concretamente Gran Bretaña y Estados Unidos, la lucha palestina se ha convertido en una causa global.
La resistencia fue una respuesta natural a las invasiones e incursiones más conocidas como “la limpieza étnica de Palestina”. Incluso antes de eso, cuando la ocupación militar se afianzó en manos de milicias sionistas y unidades paramilitares preestatales, se cometieron masacres y expulsiones forzosas, que condujeron a la Nakba (1948), la catástrofe de la pérdida de la patria palestina. A la Naksa o “retroceso” (1967) siguió la derrota de los ejércitos árabes.
Los palestinos nativos desplazados se vieron obligados a vivir en campos de refugiados en tiendas de campaña improvisadas en Gaza, Cisjordania, el Líbano, Siria y Jordania, dependiendo de la distribución de alimentos proporcionada por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, por su acrónimo en inglés).
Al principio supusieron que algún día regresarían al lugar de donde habían sido expulsados por la fuerza. Durante la Nakba de 1948, unas 500 ciudades y aldeas fueron borradas del mapa tras ser saqueadas. Hoy, 70 años después, los desplazados y desposeídos siguen esperando la implementación de ese sueño: “el derecho al retorno”.
En medio de todos los acontecimientos de ese momento, comenzó a surgir una revuelta entre los palestinos para defender su tierra.
Los “Fedaeyyeen” —término árabe para “luchadores por la libertad”— comenzaron a reunirse y a llevar a cabo ataques de represalia contra las fuerzas de ocupación israelíes. Algunos combatientes se infiltraron en la valla fronteriza de seguridad desde los países árabes vecinos.
Siguieron masacres horrendas, sobre todo en 1953, 1955 y 1956, en las que cientos de palestinos fueron asesinados por orden de Ariel Sharon, entonces general del ejército encargado de desadesarraigar a los Fedaeyyeen y castigar a los refugiados por apoyarlos.
Espíritu revolucionario en Egipto
Egipto, conocido entonces como República Árabe Unida, había administrado la Franja de Gaza entre 1948 y 1967, y perdió decenas de sus soldados, policías y agentes de seguridad, en especial, en las ciudades de Khan Younis y Rafah, en el sur de Gaza, durante una triple ofensiva contra fuerzas egipcias por parte de Gran Bretaña, Francia e Israel en 1956, tras la decisión de Nasser de nacionalizar el canal de Suez.
El espíritu revolucionario estaba en pleno apogeo en el Egipto de Gamal Abdel Nasser, padrino del panarabismo y conocido por su postura antimperialista y anticolonialista. Nasser, que dominaba la política árabe y la imaginación de las masas, extendió una invitación nada menos que a Ernesto Che Guevara, el revolucionario latinoamericano, para visitar El Cairo.
No se sabe si visitar Gaza estaba en la agenda del Che o si fue idea de Nasser; pero la visita fue de gran importancia para el movimiento nacional palestino, que estaba compuesto por los Fedaeyyeen, un movimiento que se inspiró en las guerrillas de América Latina, Vietnam y Argelia.
La ideología de los Fedaeyyeen palestinos era principalmente nacionalista, socialista o comunista de izquierda, y su propósito proclamado era derrotar el sionismo y liberar Palestina mediante la lucha armada para establecerla como “un Estado democrático secular”. La idea de liberación cobró impulso ya que los palestinos nunca habían logrado una independencia nacional real en su tierra natal y, unos años más tarde, en 1964, se formó la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), dirigida por Ahmad Shukeiri y Yasser Arafat se convirtió en presidente de la OLP desde 1969 hasta su muerte en el 2004.
Che Guevara en Gaza
Después de aceptar la invitación de Nasser, Guevara recorrió la región en una gira de tres meses por 14 países. Entonces, visitó Gaza, que estaba bajo dominio egipcio; aterrizó en la franja vestido con su oscuro uniforme militar el 18 de junio de 1959, después de viajar unos 450 km desde El Cairo.
Recibió una bienvenida de héroe por parte del gobernador egipcio, el teniente general Ahmad Salim, así como de funcionarios y jefes de municipios palestinos y de mucha gente corriente.
Durante su breve visita, recorrió varios campos de refugiados palestinos, incluido el de Al-Buraij, donde fue recibido con cánticos de la Revolución Cubana. Cuba dio la bienvenida a la fundación de la Organización para la Liberación de Palestina y estableció contacto oficial con ella en 1965.
Uno de los objetivos de la visita del Che era apoyar los movimientos revolucionarios y de liberación nacional árabes y palestinos contra el imperialismo y la colonización occidentales.
Zulfiqar Swirjo, militante del Frente Popular para la Liberación de Palestina, nos contó que su padre estuvo allí durante esa visita histórica que tenía como objetivo compartir las ideas revolucionarias de Guevara con los combatientes de Gaza. Querían elaborar un plan estratégico para una lucha popular contra las fuerzas de ocupación israelíes utilizando tácticas de guerra de guerrillas.
Gaza
La Franja de Gaza es una pequeña porción de la costa oriental del mar Mediterráneo en la parte sur de la Palestina histórica. Limita con Egipto al suroeste y con Israel al este y al norte. Con 45 km de largo y entre 5 y 12 km de ancho, tiene una superficie total de solo 365 km2, aproximadamente el mismo tamaño que la ciudad de Bakersfield, California.
Hoy en día, dos tercios de los dos millones de habitantes de Gaza son refugiados, étnicamente limpiados de sus hogares originales.
Según el investigador palestino Salman Abu Sitta, después de la visita de Guevara a Gaza, Cuba otorgó becas a estudiantes palestinos, concedió la ciudadanía a palestinos expulsados de su tierra y celebró numerosas conferencias en apoyo a Palestina.
Y como Palestina se había convertido en un símbolo de la lucha contra el colonialismo, no sorprendió que el primer ministro de la India antimperialista Jawaharlal Nehru, también visitara Gaza en 1960 y se reuniera con la Fuerza de Emergencia de las Naciones Unidas (UNEF), cuya presencia era para proteger la antigua línea de armisticio entre Israel y Egipto.
El líder revolucionario argentino fue ejecutado sumariamente por las fuerzas bolivianas en octubre de 1967, casi cuatro meses después de la “guerra de los seis días”, cuando Gaza quedó bajo ocupación israelí. El Che se convirtió en un ícono de la resistencia, especialmente para los movimientos de resistencia palestinos. Su legado perdura y, para muchos activistas palestinos, sigue siendo una fuente de inspiración, como un paradigma de rebeldía contra el imperialismo, el colonialismo y la ocupación militar.
* Tomado de Observatorio de la Crisis, 3 de mayo del 2024, en https://observatoriocrisis.com