ALEJANDRO DE HUMBOLDT: SEGUNDO DESCUBRIDOR DE CUBA

Articulo Divulgativo
UNHIC – Cuba Historiadores – ALEJANDRO DE HUMBOLDT: SEGUNDO DESCUBRIDOR DE CUBA

ALEJANDRO DE HUMBOLDT: SEGUNDO DESCUBRIDOR DE CUBA

Por Nereyda Barceló Fundora, Periodista.

El 14 de septiembre de 1769, había nacido en Ber­lín, el eminente naturalista, geógrafo y geólogo, Alejandro de Humboldt, y murió el 6 de mayo de 1859. Realizó extensos viajes de investigación científica por las Antillas, América del Sur y Cen­tral, Europa y Asia, fruto de los cuales son impor­tantes obras como Ensayo político sobre la isla de Cuba, así como un mapa de nuestro país, que se considera el más completo de aquella época.

Visitó Cuba en la primera década del siglo xix. Este viaje fue un magnífico resumen de sus días en la mayor de las Antillas. Su personalidad y los pormenores de su visita, sus aportes a la cien­cia, sus relaciones con nuestra vida nacional y concepciones humanistas, han sido objeto de va­riadas y múltiples interpretaciones por quienes de una forma u otra se han relacionado con la historia cubana.

A Humboldt se le considera fundador de va­rias ciencias, entre ellas la climatología, meteo­rología comparada y morfología terrestre. Hizo además, inestimables aportes a otras ciencias como la astronomía, botánica, zoología y mine­ralogía. Sus hazañas científicas incluyen el cruce de los Andes y la ascensión al Chimborazo.

Han transcurrido dos siglos de la visita de Humboldt a Cuba; pero su brillante persona­lidad no se ha opacado a través del tiempo. Su vida, su obra, sus vínculos con nuestro país, han llegado hasta nosotros, pudiendo comprobar que según avanza el pensamiento progresista y revolucionario, aumenta el interés por la vida de este gran hombre íntimamente ligado al pasado de Cuba y, por tanto, a su presente y futuro.

José de la Luz y Caballero, al referirse al céle­bre alemán, dijo que había sido el segundo des­cubridor de Cuba, y el eminente polígrafo cuba­no resumió con estas palabras sus apreciaciones sobre Alejandro de Humboldt:

Humboldt fue un fiel servidor de la ciencia. Ni trató de envolverla en red de prejuicios ni de conducirla por senda de acomoda­miento. En toda su ingente labor, al obser­var los fenómenos sociales, por ejemplo, la esclavitud en Cuba, como las leyes del Cos­mos, Humboldt fue siempre naturalista y su pensamiento lo sometió a las coordenadas que la experiencia le iba trazando.

Dejó atónito al mundo científico de su época con sus espectaculares viajes por Centro y Suramérica junto con el botánico francés Aimé Bonpland.1 Re­corrieron, de l799 a l804, Venezuela, Cuba, Ecua­dor, Colombia, Perú y México, a pie, a caballo, en canoa o en barco de vela, sufriendo grandes pri­vaciones, bajo la amenaza de los animales salva­jes y las enfermedades, los dos hombres valerosos de 30 años tomaron medidas, hicieron dibujos y observaciones, investigaron en las esferas de la geografía, la historia cultural, la etnografía, la fi­lología, la economía y la política.

Un enorme tesoro de experiencias y conoci­mientos pudo exponer Alejandro de Humbol­dt en los 30 tomos de su obra Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente, escrita en París entre 1811 y 1826. Desde entonces el sabio está considerado como el fundador de una moderna geografía científica, incluso geografía política y económica.

El capítulo contra la esclavitud en el libro Ensa­yo político sobre la isla de Cuba, despertó gran inte­rés. En forma sobria, sin rodeos, describe los ho­rribles métodos de los traficantes y del comercio de esclavos africanos y su explotación en Cuba. Escribió acerca del “odioso principio del sistema colonial”: “Sin dudas la esclavitud es el mayor de los males que han azotado jamás a la huma­nidad”. Con energía formula su repulsión contra todo tipo de discriminación racial, que califica de violación de la dignidad humana y como obstácu­lo insuperable para el desarrollo del país.

Simón Bolívar dijo una vez: “Humboldt ha sido más útil para América que todos sus con­quistadores” por eso siempre recordaremos al viajero infatigable que nos legó valiosos tesoros de conocimiento.

Hoy, la ciencia y la acción transformadora, rea­lidad viviente de nuestra patria se abren paso, sin trabas, al precio del trabajo y el esfuerzo de nuestros mejores hijos: ese es el mejor homenaje que se puede rendir al eminente sabio alemán.

* Tomado del periódico Venceremos, 19 de septiembre del 2019.

1 Naturalista, médico y botánico francés radicado en Ar­gentina, célebre por la expedición a América que realizó a comienzos del siglo XIX.

Última actualización de la página:
Google Sites
Denunciar abuso

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *