Por Eduardo Delgado Bermúdez
El “Mensaje a la Tricontinental” es el último documento político de alcance universal que escribió el Che. Muchos lo consideran su testamento político y no les falta razón. Con posterioridad, en 1968, se conoció su diario, en el que registró todas las incidencias y sus comentarios sobre la campaña guerrillera en Bolivia. Por otra parte, múltiples son sus artículos, discursos, comparecencias ante la prensa, cartas y otros documentos en que dejó recogidas sus profundas ideas políticas, todos de inestimable valor. Sin embargo, la importancia del “Mensaje a la Tricontinental” deja a un lado, opaca y casi hace pasar al olvido otro trabajo contemporáneo de gran trascendencia: Pasajes de la guerra revolucionaria (el Congo), en el que recoge sus experiencias en África, analiza críticamente todo el proceso, incluida la participación de los cubanos y deja un testimonio que se convirtió en guía para la acción futura.
Sobre el “Mensaje a la Tricontinental” frecuentemente se repiten errores e imprecisiones que deben ser rectificados. En primer lugar, se dice que ese mensaje fue dirigido a la Conferencia Tricontinental e incluso, algunos llegan a decir que fue pronunciado personalmente por el Che. Todo eso es absolutamente falso. La primera Conferencia de Solidaridad de los pueblos de África, Asia y América Latina se celebró en La Habana, entre el 3 y el 10 de enero de 1966. Entones, el Che estaba en Dar es Salam, Tanzania, dedicado a escribir su análisis sobre la experiencia del Congo y, aunque debe haber recibido noticias e informaciones diarias sobre la Conferencia Tricontinental, no participó en ella ni le dirigió mensaje alguno.
El 23 de julio de 1966, el Che regresa a La Habana en viaje clandestino iniciado en Praga, donde se encontraba desde finales de marzo; a través de Viena, Ginebra, Zúrich y Moscú, había llegado a una casa de seguridad en esa ciudad (Praga) desde Dar es Salam y estaba preparando el movimiento revolucionario que desarrollaría en Bolivia, Perú y Argentina. Se negaba a regresar a Cuba, porque consideraba que, después de que fuera dada a conocer su carta de despedida a Fidel y al pueblo cubano, no debía regresar al país que lo había aceptado como hijo. Fidel, luego de varios intercambios, lo convenció de que era preferible que regresara a Cuba, donde tendría mejores condiciones para preparar el nuevo empeño guerrillero.
Entonces, ¿por qué escribe el “Mensaje a la Tricontinental” y a quién lo dirige? La Conferencia Tricontinental, entre otras cosas, había acordado crear un Secretariado Permanente con sede en La Habana, y elegido al capitán Osmany Cienfuegos, en ese momento presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, como secretario general; se había acordado, además, publicar una revista de la organización. Osmany le pidió al Che que escribiera un artículo para su primer número, que debía aparecer en junio de 1967, lo cual fue aceptado por este. El número inaugural tendría también artículos de Ho Chi Minh, Amílcar Cabral, Kim Il Sung y otros dirigentes revolucionarios de los tres continentes.
El Che escribió el texto a inicios del mes de septiembre de 1966, lo que queda claro en el primer párrafo: “Ya se han cumplido veintiún años desde el fin de la última conflagración mundial y diversas publicaciones, en infinidad de lenguas, celebran el acontecimiento simbolizado en la derrota de Japón”. La capitulación de Japón se produjo el 2 de septiembre de 1945 y el Che era muy preciso y riguroso en sus expresiones y fechas. ¿Dónde? En una casa de seguridad instalada en la finca San Andrés de Caiguanabo, en la provincia de Pinar del Río, cerca de Los Portales, donde se llevaba a cabo el entrenamiento de los combatientes que integrarían la guerrilla en Bolivia.
¿Por qué se decide publicarlo en abril de 1967, antes de la aparición del primer número de la revista Tricontinental? Desde comienzos de ese año, a partir del inicio forzado de las operaciones de la guerrilla en Bolivia, la prensa boliviana e internacional vinculaba dichas acciones con la posible presencia del Che, lo que a partir de algunas deserciones en las filas guerrilleras y otras pistas que encontró el ejército, comenzaba a tener visos de credibilidad.
Considerando que no debía esperarse hasta junio de ese año para dar a conocer el importante documento con los puntos de vista del Che sobre el momento que vivían el movimiento revolucionario y la humanidad, el 16 de abril de 1967, con una declaración introductoria, firmada por el Secretariado Ejecutivo de la Organización de Solidaridad de los pueblos de África, Asia y América Latina (Ospaaal) se hizo público el Suplemento Especial de la revista Tricontinental, con el texto “Comandante Ernesto Che Guevara: Mensaje a la Tricontinental”. La declaración introductoria decía:
El Secretariado de la Organización de Solidaridad de los pueblos de África, Asia y América Latina comenzará a editar en el mes de junio la revista Tricontinental y ha solicitado colaboraciones de los más destacados dirigentes revolucionarios del mundo. El comandante Ernesto Che Guevara estaba entre sus primeros colaboradores y, a ese efecto, remitió a nuestra Organización un artículo para su publicación. Por el contenido del mismo, por la claridad con que aborda problemas de vital importancia para el movimiento revolucionario, por la denuncia enérgica que contiene de la política adoptada por el imperialismo yanqui de enviar soldados norteamericanos a reprimir los movimientos revolucionarios de liberación en cualquier parte del mundo donde surjan, tal como lo ha hecho, el Secretariado Ejecutivo de la OSPAAAL ha decidido dar a la publicidad este trascendental mensaje a los pueblos del mundo, del heroico y legendario combatiente, sin esperar a la publicación del primer número de nuestra revista.
Las fotos que ilustraron esa primera publicación del “Mensaje a la Tricontinental” fueron tomadas por Osmany en el Congo y no se corresponden ni con su presencia en Bolivia ni con su preparación en San Andrés, ya que hubieran dado una pista acerca del enmascaramiento físico con el que entró a Bolivia.
Tras la publicación del documento, Fidel Castro pidió a Osmany Cienfuegos que fuera a verlo y le hizo una observación que quizás hoy se hace pública por primera vez: “No debió publicarse con el título de Mensaje a la Tricontinental, debió titularse Mensaje a los pueblos del Mundo”.
Fuentes: Paco Ignacio Taibo: Ernesto Guevara, también conocido como el Che. Hasta la Victoria siempre, Casa de las Américas, La Habana, 2016; Aleida March: Evocación, Casa de las Américas, La Habana, 2007; Conversaciones con Osmany Cienfuegos, documentos originales en poder autor.
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